Solanum es una serie de temática ZOMBIE con tintes cómicos que narra la obsesión de un tal Pájaro por expandir el virus. La serie cuenta con 10 capítulos, pero no todo está contado en ella. Si quieres conocer el pasado de los personajes, o su futuro, atento a este blog. Aquí un fragmento:
Mi verdadero nombre es Adrián.
De pequeño tuve un pájaro chiquitín que encontré en el suelo. Lo metí en una caja y le dí de comer durante unos días. Estaba muy débil pero se fue recuperando gracias a mis cuidados. Su vida dependía totalmente de mi. En el momento que yo decidiera dejar de cuidarlo, el moriría, pero eso no iba a ocurrir, porque estaba poniendo mi alma en ello. Podía pasarme horas mirándolo, a veces incluso creo que el me miraba como dándome las gracias.
Tenía con él la misma relación que podía tener con un perro. Yo lo quería, y sé que el también me quería a mi, porque no sé, lo sentía. Seguí cuidándolo hasta que ganó las suficientes fuerzas para aprender a volar. Últimamente había estado agitando mucho las alas, eso lo hacen los pájaros cuando quieren hacerlo. Nunca lo críe con la intención de encerrarlo en una jaula, yo nunca le haría eso. Él es libre, y es mi amigo, a si que sabía que si querría vendría a visitarme de vez en cuando, o quien sabe, quizá se pusiera en mi hombro y quisiera vivir en mi cuarto.
De cualquier manera lo saqué al parque, porque lo primero era que aprendiera a volar. Fuí a uno que no solía haber gente, ni perros, ni nada que pudiera ponerlo en peligro, un lugar donde solo estuvieramos nosotros. A si que una vez allí lo puse en mi mano y el empezó a batir las alas con muchísima fuerza. Estaba muy nervioso, había llegado un gran momento, uno que sabía que recordaría siempre, y no me equivocaba....
Aparecieron dos indeseables canis, unos que yo conocía, y a los cuales odiaba. Si hay diferentes tipos de canis, ellos eran de los peores, de esos que no quieres ni cruzar por su mismo lado de la acera. Metí el pájaro en la caja y disimulé, pero me vieron. "¿Qué eh eso hermano?" me dijeron. Yo les dije que nada. "Tiene un pájaro" dijo el otro. Intenté movilizarme pero se interpusieron en mi camino. "¿A véh?" Dijo el primero queriendo tirarme de la caja. Les dije que es que tenía que irme, pero no me dejaron. "Quillo dejame ver el pollo". "Es un agaporni" Dije enfadado. "Suerta la caja". Dijo. "Suertala que eres tonto compae, que nos lo enseñes". "¡NO QUIERO ENSEÑAROSLO, DEJADME EN PAZ CANIS DE MIERDA!" Grité con todas mis fuerzas. Se rieron. "Pues a la mierda el pollo", dijo mientras me quitaban la caja entre los dos con todas sus fuerzas, antes de tirarla al suelo, y pisarla ante mis ojos horrorizados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario